
Patricia Sosa: “Cantar y ayudar es mi misión”
La reconocida cantautora, habló en profundidad en Íntimamente con Alejandra Rubio sobre su carrera, su infancia, sus comienzos, sus proyectos… su presente lanzando un nuevo disco con el cantante mexicano Mijares y como está colaborando con la Fundación Casa de la Música para ayudar a adultos mayores: “Estoy muy entusiasmada con este proyecto. Ya tenemos la casa en Avellaneda y estamos juntando fondos para remodelarla. La idea es que sea como la Casa del Teatro para los actores. Un espacio habitacional comunitario destinado a albergar personas de avanzada edad que se dedicaron a la música y que por distintas causas económicas o de soledad hayan quedado en situación de vulnerabilidad. No va a ser un depósito de ancianos. Ellos pueden ser útiles, dar clases, brindar sus conocimientos, ayudar a la formación de nuevos músicos. Nosotros queremos que esa casa funcione, que no sea un asilo. Que todo el mundo que vaya ahí pueda hacer algo para la comunidad. Cantar y ayudar a que el mundo sea un poquito mejor para alguien, es mi misión.”
Explayándose en el proyecto, Patricia continuo: “Hicimos una hermosa movida en Canal 9 junto con varios músicos para la Fundación Casa de la Música. Hace mucho tiempo que venimos con esta idea. Como existe la Casa del Teatro, que asiste a actores que no tienen lugar donde vivir o que están solos, queremos hacer la Casa de la Música. Insistimos hasta que se logró. La casa está en Avellaneda, la propiedad fue donada por el intendente y es hermosa. El logro de esto es que vamos a tener un lugar donde músicos mayores, que no tengan donde vivir o estén en situaciones difíciles puedan, no solo hospedarse, sino también dar clases si pueden. Por ahí no tienen ni trabajo, ni donde vivir, ni nada, o están enfermos e imposibilitados de otras cosas. Pueden dar clases, contar su vida, brindar su experiencia músicos en formación… Se pueden dar show. Nosotros queremos que esa casa funcione, que no sea un asilo. Que todo el mundo que vaya ahí pueda hacer algo para la comunidad. La idea es hermosa, pero ahora estamos tratando de refaccionar todo para que funcione. Hay lugares con humedad, también hay que construir un poquito más y para todo esto hicimos esta colecta preciosa, donde colaboraron muchísimos artistas y recibimos ayuda y donaciones. Como se hace Un Sol para los Chicos en Canal 13, hicimos una cosa más chiquita en Canal 9 para los músicos grandes, que dio mucho resultado. Pueden escribir a Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. o en las redes sociales de Casa de la Música @casadelamusicafundacion y ahí directamente se recibe todo lo que sea ayuda y también los músicos que no estén bien para averiguar.”
Recuperándose de una fractura en su pierna, a la cantante nada la detiene: “Ya me falta poco, solo unos días. Ya hace 40 días que estoy así y ya está, ya está soldando. En el último show que hice me ayudaron todos mis músicos, me llevaron en un carrito, después me subieron al escenario y ahí sentada hice el show. Hace como 10 años me quebré el pie y estaba enyesada. Me quebré justo dos días antes de empezar una gira de 12 conciertos, me dijeron de levantarlos y yo les contesté que ni loca. Contraté dos bailarines forzudos que me levantaban como si yo fuera Moria, yo saludaba al público como una vedette y me ponían en una banqueta preciosa y así hice los 12 conciertos. Amo lo que hago. Amo el encuentro con el público. Estos inconvenientes no me paran, me dan más fuerza para seguir, para subir al escenario y continuar haciendo cosas. Mientras no me falle la voz, nada me detiene.”
Patricia Elena Sosa Gaitán nació un 23 de enero de 1956, en Buenos Aires, y así cuenta su propia historia: “Nací en la Clínica Luna, una clínica que después cerraron porque robaban a los bebes. Era en capital y nosotros vivíamos en Barracas. Mi mamá y mi papá habían alquilado un departamento en Luzuriaga 1304, eran muy jovencitos, tenían 24 y 25 años. Hace poco pase cerca y me fui hasta la puerta, me senté en la puerta de calle, en ese escaloncito que a mí de niña me parecía enorme. Enfrente había una plaza donde viví mi infancia. Nosotras éramos 9 nenas en la cuadra, nos juntábamos todas e íbamos a la plaza, hacíamos collares con los frutos de los árboles. Fue una hermosísima infancia, yo viví ahí hasta los 11 años. Era una casa de departamento que tenía dos pisos por escalera y ahí había un zaguán que era el ambiente preferido de mi infancia. Yo me sentaba ahí y cantaba y tocaba la guitarra como una loca. Tendría 4 o 5 años y a los vecinos no le molestaba, tenía un eco maravilloso. Ahí mi voz sonaba como en un estudio. Mi tío Ricardo me regaló una guitarra chiquitita, era el hermano mayor de mi mamá y era guitarrista. Mi abuela había tenido muchos hijos y al mayor lo había mandado al Liceo Naval y ahí había aprendido a tocar la guitarra. Cuando mi abuela murió, salio del Liceo y tocaba en las cantinas de La Boca para ganarse el mango. Yo iba a verlo fascinada, para mí era como ir al Teatro Colón. El me enseñó a tocar la guitarra a los 4 años y mis temas favoritos eran Yo vendo unos ojos negros y Sapo cancionero... Los vecinos estaban podridos. A veces le decían a mi vieja: ‘Olga, ¿por qué no guarda a la nena? Aunque sea a la hora de la siesta, así podemos dormir un ratito’. Imaginate el vozarrón que tenía, que cuando integraba el coro de la Basílica del Sagrado Corazón, me echaban porque tapaba a los otros chicos. Una vez el cura me dijo: ‘Patricia, mejor anda a repartir estampitas’. Vivía frente a esa iglesia de Barracas en la que me casé con Oscar.”
La historia de amor entre Patricia Sosa y Oscar Mediavilla comenzó cuando ella tenía 16 y él 17 años: “Estábamos juntos desde el 74, nos separamos a principios del 96, nos divorciamos y volvimos a fines del 99. Aprendimos que somos seres individuales, que no tenemos que estar pegoteados todo el tiempo. Cada uno tiene su espacio y es bárbaro. Estamos juntos desde los 16 y sólo cortamos durante tres años. Ser mamá para mí fue como volver a nacer. No sabía que eso iba a ser así. No nací diciendo que quería ser madre… No. Simplemente un día lo decidimos con Oscar. Llevábamos juntos muchos años y supe que quería tener un bebé. Quedé embarazada enseguida y cuando nació Marta, mi corazón no fue para esa niña, sino que me brotó otro corazón exclusivo para ella. El mío siguió con mis padres, con la gente y con mi arte… Además, me convertí en una persona más tonta, más asustadiza y más vulnerable. Cuando Marta era bebé nos quedábamos horas mirándonos. Tenemos un romance maravilloso. Y sigue siendo así.”
Refiriéndose a sus comienzos la cantante recordó: “En el año 1975, mientras estudiaba arquitectura, comencé mi carrera musical en la banda Nomady Soul, con la que cantaba en inglés en restaurantes y pubs, y en la que conocí a Oscar (Mediavilla). Después de seis años, dejé la formación y en 1981 comencé con La Torre. Fui la primera mujer en liderar una banda de rock nacional y eso me costó mucho. Si no me ponía dura, era la minita de los músicos. Eran todos hombres, no tenía ni lugar para cambiarme. Lo habitual era llegar que en los escenarios no hubiera camarines de mujer. Tenía que ponerme una careta de cara de culo para que no me pasaran por encima. Mis músicos tenían que estirar un toallón para que pudiera cambiarme. Aprendí a llegar cambiada a los shows. Tenía una polenta que nada me paraba. Me subía a cantar con total impunidad, no entendía lo que era el machismo. Yo estaba muy contenta de estar ahí. No sabía que iba a pasar, pero me subí igual. Las discográficas no querían producir discos de La Torre porque había una mujer. Fue abrir un gran camino.”
Hasta 1989 el éxito fue rotundo: grabaron ocho discos y realizaron giras internacionales por Latinoamérica, España y por la entonces denominada Unión Soviética. En 1990 se lanzó como cantante solista, con su marido como productor, con el álbum Patricia Sosa, el cual alcanzó el disco de platino en tan sólo una semana. A lo largo de su trayectoria, lanzó varios discos, incluyendo Luz de mi vida (1992) y Suave y profundo (1994), este último reconocido con el Premio ACE como mejor álbum femenino en el rubro balada-pop. Además, ha participado en proyectos internacionales, como el homenaje a Carlos Gardel en 1995 y el proyecto Voces Unidas, donde colaboró con artistas de renombre mundial.
Sosa practica desde hace años meditación y recorre un gran camino espiritual: “Medito desde 1996. Lo hago todos los días, a veces dos veces. Cuando tenés mucha práctica, podés estar en el medio del caos y entrar en estado de meditación. Por ahí, un minuto y sin cerrar los ojos. Hay una aplicación que así se llama y es fabulosa. Meditar es controlar el tráfico de tus pensamientos. Porque el pensamiento va, viene y no para nunca. Respirás durante un minuto tomando conciencia de tu respiración, del aquí y del ahora. Eso te sitúa; te pone en eje. Entonces, yo puedo elegir una meditación que dura una hora, irme a mi cuarto o al meditador y seguir una meditación guiada. O, si estoy con gente y veo que lo necesito, digo “ahora vengo” y me voy al baño o a dónde sea, y medito durante un minuto. Nada más”
Explayándose sobre que le dejaron los diez años que tuvo su Fundación Pequeños Gestos, Grandes Logros, mediante la cual ayudó a mejorar la calidad de vida de las comunidades Tobas del impenetrable chaqueño, aseguró: “Ordené mis prioridades. Me di cuenta de qué era lo importante y que había una parte de nuestra patria anulada totalmente. Gente con lesmaniasis, desnutrición, embarazos de niñas, gente que se conformaba con un abrazo, una sonrisa, que pedía a gritos ayuda, que no comía durante días. Ahí también llegué de casualidad, por obra de Dios, y me metí con todo. Les pusimos agua a tres mil personas, hicimos viviendas, consultorios móviles, llevamos a gente de la OMS. Una obra maravillosa. No continúe porque por la angustia y todo esto tuve estrés crónico y problemas en las glándulas suprarrenales. Tuve que aplacar esta actividad y la fundación pasó a manos de Médicos Marplatenses a cargo del Dr. Eduardo Gáspari. Ellos continúan con la parte médica. En la última época decidimos no hacer más asistencialismo porque traía mucha violencia. A nosotros nos tuvieron secuestrados ahí adentro, nos robaron un camión, nos asaltaron dos veces. Cuando una comunidad era asistida al otro día la otra comunidad los asaltaba. Por el hambre.”
Luego de su éxito en diversos géneros musicales y lograr abrir caminos en la música para las próximas generaciones de artistas femeninas, Patricia abordo un nuevo desafío grabando su último disco. Un disco de baladas románticas con el cantante mexicano Manuel Mijares: "Nunca había incursionado en baladas tan románticas, de temas que no son míos, son todos covers de los años 90. Canciones que fueron éxitos en Latinoamérica durante los años 90 y 2000. Abordamos autores como Luis Fonzi, José Luis Guerra, Sin Banderas, Alejandro Fernández… Canciones requeté conocidas. Es un disco hecho completamente a dúo y quedó impresionante y está por salir ahora en abril.” Concluyó la cantante, refiriéndose a su presente.
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