No es casualidad, según Antonella que cuando ella comenzó a mostrar las pruebas de las mentiras de los Menem, hayan anunciado que el 9 de julio se estrenará la Bio Serie sobre la vida de su abuelo, el ex presidente: “Justo salió la noticia del estreno de la serie en Amazón, cuando yo comencé a mostrar las pruebas judiciales del ADN y de todas sus mentiras. No creo que sea casualidad, lo dije públicamente esa misma mañana. Puse ese mismo día en mis historias: ‘Les apuesto todo lo que quieran que para que no sigan mostrando las pruebas van a hacer algo. Va a aparecer alguna noticia para que los medios se ocupen de eso y no muestren mis pruebas. Sabía que algo iba a aparecer para tapar esto. No quieren que yo muestre las pruebas que las que están mintiendo son estas personas. Dicho y hecho, a la hora y pico que yo puse eso salió eso. Es más yo estaba por hablar de las pruebas en un programa y saltaron con lo de la serie. Yo estaba en vivo hablando de la serie, cuando en realidad se iba a hablar de las mentiras y yo iba a mostrar los expedientes. Y esto es un canal de televisión donde muchos me dicen que ella tiene muchos contactos. Amigos periodistas míos me han dicho muchas veces: ‘Llamaron de arriba que te tenemos que sacar, no podes salir al aire’ y yo llevaba las pruebas. Por eso en el comunicado que hice esta semana dije: ‘No me van a callar, nadie más me va a silenciar, ahora si los medios no quieren pasar las pruebas, las voy a subir yo a mis redes sociales.’ Hace poco, esta persona que judicialmente no puedo mencionar – Zulemita- salió a decir que nosotros truchamos los ADN, que los hicimos por atrás, que soy hija de mi tío… y un montón más de barbaridades. Eso me hizo animarme a mostrar todas las pruebas judiciales que tengo. Es un expediente súper reservado, que en su momento lo tenía el juez guardado en caja fuerte y hoy en día soy la única que lo puede mostrar. Me cansé, dije: ‘¿Seguís diciendo esto? Bueno, voy a demostrar toda la verdad’. ¿Seguís diciendo que mi mamá me robo toda la herencia y se la malgastó ella? Bueno voy a demostrar que no fue así, que solo me heredaron deudas que generaron ellas al dejar de pagar y mantener los bienes de mi padre. Tuve que vender todo a mitad de precio porque solo me entregó deudas, cosas embargadas, cosas rotas… Puedo demostrar que el abogado de ella fue el mismo que el mío en la sucesión, que él fue el que se encargó de hacer las ventas por pedido de ella y ahora dicen que yo las mal vendí. Dicen que yo las mal vendí, les generé deudas a esos bienes y yo tengo los papeles para demostrarlo que fueron ellos. Tengo todas las pruebas y están en el expediente. Son 11 cuerpos y cada cuerpo tiene 200 hojas para que te des una idea. Esta todo firmado y sellado por el juez, no son inventos míos. Que ella me venga a desmentir, me juego la cabeza que eso que estoy mostrando hoy en día del ADN va a decir también que es trucho, porque es capaz. Por eso yo subí a mi instagram (@antonella_menem) con los sellos y firmas de juez. No soporta la verdad, nunca va a aceptar que es una mitómana, por eso yo muestro las pruebas. A esta altura ya no le temo a nada.”
Personalmente, la nieta del ex presidente ha pasado por mucho. Con una madre muy joven, justas pelearon por sus derechos y la propia Antonella, desde muy chica, se puso la causa judicial al hombro y lucho contra el poder: “He pasado muchas, todos me dicen que tendría que escribir un libro, quizás lo haga en algún momento. Yo soy perfil muy bajo pese a tanto escándalo mediático en que me ví involucrada. Pero escribir un libro o hacer la Bio Serie, siempre me lo dicen, con tantas pruebas quieren que cuente la verdad de cómo fue mi historia. Yo sigo con mi perfil bajo, hasta me llamaron para entrar ahora a Gran Hermano y les dije: iNi loca! ¡Ni por plata! Vivo en Córdoba, en el medio de la montaña. Estoy acostumbrada a subirme a un colectivo tranquila, viajar en bondi y me saluden una, dos o tres personas… pero nada más. No me gusta exponer a mis hijos demasiado por un tema que yo lo pasé. El tema de los periodistas que te sigan, te saquen fotos… Es duro cuando no lo elegís y yo soy muy bajo perfil.”
A pesar de los años de lucha legal y los conflictos mediáticos, Antonella continúa buscando su lugar dentro del complejo árbol genealógico de los Menem. Su historia es un reflejo de las batallas por el reconocimiento, la identidad y el derecho a la herencia. En los últimos días, Zulemita declaró que Antonella era una “vaga e interesada en el dinero más que en ser parte de la familia”. Frente a esta acusación, la nieta del ex presidente de la Argentina enfatizó: “Ella nunca me quiso. Desde que tengo 7 años que habla mal de mi madre y de mí, dice que yo no soy hija de Carlitos, que puedo ser hija de cualquiera de la familia, tanto Menem o Yoma. Pese a que está demostrado con los ADN. Yo trabajo desde que tengo 13 años. Laburaba en una sanguchería. Mi mamá no quería, pero a mí me encantaba trabajar. Nadie me mantuvo, nadie me ayudó. Ayudaba a mi abuela, pero siempre trabajé. Y esta mujer, díganme ustedes cuándo levantó una pala. Vivió toda la vida de arriba. Yo laburé toda la vida, hasta el día de hoy sigo laburando. Esta mujer, ¿cuándo levantó una pala, si vivió toda la vida de arriba? ¿Interesada yo, porque reclamo lo que me corresponde? Dijeron muchas mentiras, como que me habían dado la herencia y solo me dieron deudas que ellas mismas generaron con los bienes de mi padre. Recibí deudas más que activos. Tengo todo documentado y empecé a mostrarlo. Me cansé que me ensucien, en mi instagram están las pruebas de sus mentiras. Me cansé de mendigarles cariño, un café, que me escuchen y ellas solo me hicieron daño durante años. Para obtener el apellido Menem fueron 12 años de lucha. En esos 12 años yo no pude disponer de los bienes de mi papá. Ellas eran quienes manejaban esos bienes, no pagaron nada y, cuando a mis 16 años me los entregaron, estaban llenos de deudas que ellas habían generado. Hasta mis 16 años los dueños de esos bienes eran mis abuelos, no era yo. Yo no tenía el apellido, no era dueña de esos bienes. Ellos descuidaron esos bienes y no pagaron nunca nada, no se hicieron cargo y esos bienes con deudas de 12 años fue lo que me entregaron a mí. Después dicen que yo mal vendí esas cosas, no podía seguir generando deudas y el abogado Pedro Baldi, abogado de la familia Menen, que era el mismo mío en la sucesión, cosa que es ilegal, me ayudó a venderlos para pagar lo que se debía. El avión tenía deudas de hangar y no funcionaba, a los autos les faltaban hasta las ruedas y las deudas de expensas del departamento en Belgrano, donde vivía Carlitos, era siderales. El terreno e Martínez estaba embargado por enriquecimiento ilícito por mi abuelo y con una deuda de un millón y medio… Y así todo. Ese terreno cuando ella lo compró, lo compró con una sociedad anónima, ósea que ahí queda al descubierto que trabaja con sociedades anónimas. Esa sucesión fue terrible, estuvo el abogado de ella involucrado y se aprovecharon de nosotras.” Enfatizó Antonella que además no recibió un peso luego de la muerte de su abuelo. Donde declararon en la sucesión que Carlos Saúl Menem, al momento de su fallecimiento, tenía solo 250 pesos líquidos. Cuando se sospecha e investiga un patrimonio oculto de más de 600 millones de dólares a nombre de distintas sociedades.
Sobre el conflicto por el ADN, Antonella aclaró que no fue su madre quien se negó a realizarlo, sino el entorno de Zulemita: “Nos acusan que nosotras no quisimos hacer el ADN y en realidad fue Zulema quien no quiso exhumar el cadáver de mi papá. Ellas dicen que el ADN se hizo por atrás. Cuando se hicieron los ADN se hicieron extra judiciales y voluntariamente.¿ Que quiere decir eso? Que ambas partes, tanto mi mamá, como mi familia paterna accedieron a hacerse el ADN. Yo fui a la casa de mi abuela paterna y estaba Zulema, la persona que no puedo mencionar (Zulemita), mi abuelo y Emir Yoma. El análisis se hizo ahí, incluso yo recuerdo que se me bajo la presión y me desmayé. Recuerdo muy bien ese momento. El ADN se hizo delante de Zulema Yoma y con ella delante. Es más cuando yo ingreso a ese lugar, la misma persona que no puedo mencionar (Zulemita) dice: ‘Mami no es necesario hacer un ADN si es igual a Carlitos.’ Ella misma me regaló una bolsa de peluches que eran de mi papá que le regalaban en las carreras. Y mi abuela, Zulema Yoma, en ese momento a hasta dudo de hacerse el ADN porque me veían igual que Carlitos. Mi abuelo ahí me abrazo, recuerdo muy bien ese momento pese a mi edad. Yo me quedé con esa imagen, esa ilusión que ellas me aceptaban y me querían. Cuando el ADN dio positivo se les fue el amor. Nunca voy a entender. Se hicieron dos ADN extrajudiciales por parte de los abuelos paternos y maternos, y dieron un 99,99% de coincidencia. Dieron 99,99% que yo era hija de Carlitos y 99,99% que ellos eran mis abuelos. Después, mi abuelo Carlos Menem se presentó el mismo ante la Justicia, en la sucesión y dice: ‘ella es mi nieta’ Y que acepta los ADN que se hicieron por voluntad propia, que dieron un 99,99% de abuelismo y que él me reconocía como nieta y como hija de su hijo, Carlitos Menem Jr. Entonces Zulema Yoma impugnó esa declaración, dice que tenía dudas que yo fuera hija de Carlitos y afirmó que en realidad el que podría ser mi padre, era mi abuelo. Una locura. Después dijeron que podía ser hija de Emir Yoma y como el juez le dijo que el ADN era una prueba absoluta, como no querían que tuviera el apellido, empezaron a decir que mi mamá no era mi mamá. A ese punto llegaron. Y todo eso está en el expediente. El juez a tantas trabas que esta mujer iba presentando y dudas, dice: ‘Bueno exhumemos el cadáver de Carlitos Menen. Hay que llamar a un perito, el perito me tiene que informar a mí que el cuerpo que está ahí es realmente el de Carlitos, porque usted señora Zulema hace años que dice que el cuerpo que está ahí no es el de su hijo… Entonces lo que necesitamos es que usted nos de su sangre para saber si el cuerpo que está ahí es realmente el de su hijo y después hacer el ADN de paternidad’. Zulema no quiso y el juez le ofreció que lo podía hacer con la hija de Zulema y ella también se negó. Dijo: ‘No quiero que mi hija pase por esto’. Ahí el propio juez escribe en el expediente: ‘La señora Zulema Yoma se contradice y no quiere realizarse el ADN.’ Hay dos ADN que dieron positivos con 99,99% de abuelismo, el propio Carlos Menem, siendo presidente, dijo: ‘Ella es mi nieta, los ADN se hicieron por voluntad propia, ya está señora y ahí me tuvieron que dar el apellido, después de 12 años de calvario. Recién a los 16 años obtuve el apellido Menem.” Relató, repasando los 12 años en los que no pudo llevar legalmente el apellido paterno.
Refiriéndose a su familia paterna, la nieta del ex presidente Menem, aseguró: “Mi mayor sueño era que me quisieran. Yo reamente quería su cariño. Que me dieran una oportunidad e conocerme, tomar un café, charlar… Pero ambas pareen mitómanas, se creen sus propias mentiras y so ambiciosas lamentablemente. Yo estuve años rogándoles cariño. A la señora Zulema le decía: ‘Deme una oportunidad, conózcame.’ Yo recién salí en los medios cuando tenía 19 años a mostrarme y nunca me dio una oportunidad de por lo menos tomar un café. Ellas nunca quisieron a mi mamá, hasta le dijeron que era prostituta, que se había acostado con todos los Menem y los todos los Yoma… Pero mi mamá siempre dijo: Por más que a mí no me puedan ni ver, ¿qué problema pueden tener con vos? A mí que me odien si quieren, pero a vos no tienen porque.’ Me lo ha dicho llorando. Yo que tenía que ver, fui una víctima más. Perdí a mi padre, la pasamos muy mal económicamente y para colmo ligarme un odio inmerecido. No se entiende, hasta que llegó un día que dije ya está, se terminó. No les ruego más cariño. Ellos dicen que yo iba por la plata, cuando en realidad, como podía le pedía a gritos que necesitaba estar con ellos, les pedía a gritos que me quieran y nunca lo hicieron. Es triste, pero no puedo obligarlos a que me quieran. ”
Sobre su relación con Carlos Menem, Antonella negó que haya forzado encuentros o fotos con él: “Lo vi por primera vez a los siete años, cuando me hice el ADN. Después, a los diez, empecé a verlo en el Hotel Presidente. Mi abuelo lloraba cada vez que me veía. Las visitas en el hotel no duraban más de media hora. Siempre había un custodio o su secretario privado presente, escuchando todo. Si lo llamaba, cambiaban los números. Nunca me dejaron tener una relación real con él. Pedro Baldi era quien me arreglaba los encuentros con mi abuelo, me dio fotos de mi papá y ahora me desconoce. Pero el hacía que mi abuelo me llamara por teléfono, tuviéramos una relación y varios encuentros fue él. De la otra parte dicen que mi abuelo no me quería, que lo ví una sla vez… Es mentira eso Mi abuelo me quería. La última vez que nos vimos, fue en La Rioja, donde nos sacamos fotos, salió el llorando, me abrazó y me dijo: ‘Las cosas que hay que hacer para poder vernos’ Mi abuelo fue muy amoroso conmigo siempre. Todo lo que me negaron de cariño de la otra parte, me lo dio él. Zulema, hace un año y medio, dijo: ‘A Antonella la desconozco totalmente, nunca sentí nada por ella. Nunca sentí que fuera mi nieta, el ADN que se hizo no lo hicimos nosotros’ Mas allá de la mentira del ADN, me dolió saber que no me querían, que me lo diga, yo nunca había perdido las esperanzas. Me quedé con aquel primer encuentro del ADN y el sueño de alguna vez ser familia. Siempre me imagine el abrazo con Zulema, siempre lo soñé. El entorno de mi abuelo y la persona que no puedo mencionar hizo que no tengamos una relación más fluida. El evitaba los enojos de la otra parte y nuestros encuentros eran a escondidas. Yo le deje la foto de mi primer hijo, porque él me lo pidió, y la puso en el living en Anillaco y esta persona, cuando la vio, hizo un escándalo tremendo, tiró la foto a la basura, además de hacer echar a quien nos ayudó. Después de ese día, nunca más pude ver a mi abuelo, ni antes de su muerte. Esta persona me prohibió la entrada. Mi abuelo me cuidaba mucho, me decía que tratara de adelgazar por mi tema del asma y que estudiara inglés para que lo pudiera acompañar en sus campañas políticas o a los viajes de negocios. Me decía que estudiara mucho, que me cuidara la salud, que era igual a Carlitos… Me abrazaba. Hasta contó en el Senado que era bis abuelo. Él siempre me reconoció como nieta.”
La vida de Antonella Menem, hija del fallecido Carlos Menem Jr. y Amalia Pinetta, Fue complicada desde la concepción, estuvo marcada por conflictos familiares, disputas legales y la búsqueda de su identidad dentro del clan Menem. Aunque fue reconocida legalmente como hija del primogénito del ex presidente argentino en 2003, su relación con la familia paterna, especialmente con Zulemita Menem, fue tensa y mediática: “MI mamá era muy jovencita y la pasó muy mal. Todo lo que fue el reconocimiento, el tema del ADN, las cosas terribles que dijeron de ella fueron tremendas. Pero te cuento la historia desde cero. Mi mamá trabajaba de promotora y estaba trabajando en Expo Rioja, ella estaba trabajando, pasa mi papá (mi mamá no sabía quién era) se presenta y las invita a ella y a su compañera de trabajo a bailar. Se conocieron mejor, mi mamá estuvo varias noches con mi papá, la compañía que la contrató a mi mamá se entera y la echan y mi papá le pidió que se quedara unos días más. Apareció una persona que mi papá estaba conociendo, mi mamá se puso celosa y se volvió a Buenos Aires. Mi papá tenía 19 años y, en ese momento, todas las mujeres estaban enamoradas de él. Mi mamá descubre que estaba embarazada y no quiso decirle nada a mi papá. Mi mamá no lo vio más hasta que yo cumplí un año y medio. Es un milagro que yo este acá, mi mamá hacia 6 meses había sido madre por cesárea y casi pierde la vida en el parto, estuvo clínicamente muerta unos minutos. Los médicos, como no podía tener hijos porque era un riesgo para su vida, le pusieron en ese momento un DIU. Mi mamá supuestamente no podía quedar embarazada. Cuando se enteró que yo estaba en camino, como está en contra del aborto, poniendo en riesgo su vida decidió tenerme, pero también decidió tenerme sola, no decirle nada a mi papá. Ella tenía solo 20 años y un hijo de 6 meses cuando decidió tenerme. Ellos se volvieron a ver cuando yo tenía un año y medio, pero mi mamá finalmente no le dice nada que yo había nacido. Justo fue la época que los habían echado de la quinta de Olivos y Guillermo Coppola le aconsejó no hacerlo. Mi papá se enteró recién de mi existencia cuando yo tenía ya 4 años. Cuando le dijo, mi papá le dijo: ‘Son cosas que pasan. ¿Qué necesitas?’ Mi mamá le dijo que nada, que solo quería que supiera que tenía una hija. Él automáticamente le cuenta a su familia y la familia le dijo que no se hiciera cargo. Más allá que para él fue un bombazo, estaba dispuesto a hacerse cargo, pero no lo dejaban. Ël quería hacerse un ADN, aunque decía que no era necesario porque yo era igual a él pero con pollera. Él les hablaba a sus amigos que tenía una hija, él me quería conocer y desgraciadamente nunca pudo ser. Un día arregló con mi mamá , pusieron una fecha y dos semanas antes de que el me conociera en persona, muere, lo terminan matando, falleció. Después de años, cuando faltaban solo 15 días para vernos, ocurre la tragedia y muere.” Recordó Antonella quien nació en 1988 y su padre falleció en 1995.
En la vida de Antonella han pasado muchas cosas pero, desde que su padre no está en este plano y su abuelo, siente una protección sobrenatural que la ha salvado de accidentes de formas inexplicables y que la ayudan desde el más allá y así lo cuenta: “Siempre sentí una protección, una ayuda, pero yo misma me decía que eran ideas mías. Me salvado de varios accidentes sin explicación. Se me ha salido entera la rueda de un auto en la ruta y el auto, en vez de rodar, se detuvo como si hubiese frenado y salí ilesa, cuando podría haberme matado. Como esa, mil. Siempre que voy al cementerio a visitar a mi padre y a mi abuelo, en cualquier época del año que vaya, pasa lo mismo; llueve y cuando llego para de llover. Un día voy al cementerio con dos amigos. Y, de la nada, les empiezo a comentar a ellos esto que me pasa: ‘Cada vez que estoy por ir al cementerio se larga a llover. Pero, cuando llego al cementerio, deja de llover. Y siempre, un rayo de luz me alumbra cuando estoy en la tumba de mi papá. Y siempre, antes de irme, aparece un perro que viene, me saluda y se va’. Yo les había comentado eso en el auto a mis amigos. Cuando llegamos al lugar, estábamos todos hablando dados vuelta y empezamos a sentir que venían dos personas caminando. Una tenía una voz joven y fuerte, como la mía, y la otra parecía una persona mayor. Como que venían caminando y hablando....Escucho mejor y lo escucho a mi papá y mi abuelo. Y, cuando nos damos vuelta para verlos, no había nadie. Y me largo a llorar porque te juro que para mí fue terrible. Automáticamente, los tres nos quedamos pálidos y nos miramos. Uno de mis amigos me dice: ‘¿Vos escuchaste Anto?’. Te juro por Dios que yo pensé que estaba loca, la típica, porque yo lo escuché a mi papá y a mi abuelo. Pero mi amigo me dijo: ‘Yo escuché lo mismo. Escuché a dos personas hablando y no había nadie’. Cuando llegamos pasó eso que te dije, empezó a lloviznar, paró de llover, me dio el rayo de luz y ya mi amigo se asustó porque al principio no me creía...Y, en un momento, me dice: ‘Faltó que venga el perro’. Entonces nos fuimos al auto, arrancamos y empieza a corrernos un perro que salió de la nada ladrando. Le digo: ‘¿Eso es un perro?’ Frena el auto. Y, cuando se detiene el perro viene, me saluda a mí, yo le habló...Ahí le digo: ‘Chau papá'. Porque siento como que es él... Y se fue. Cuando volvimos a arrancar el auto, el perro ya no estaba más. Yo siento que mi papá es mi ángel de la guarda y siempre esta cuadandome al lado mio. Es un lazo muy fuerte, imposible de cortar." Reveló Antonella Menem refiriéndose a uno de los tantos acontecimientos que le ocurren luego del trágico fallecimiento de Carlitos Menem Jr. y su acompañante, el piloto de automovilismo Silvio Oltra, el 15 de marzo de 1995. El terrible suceso ocurrió cuando Carlitos, piloto del helicóptero, sufrió un accidente en la ruta 9, cerca de la localidad de Ramallo, en la provincia de Buenos Aires. Un atentado que en principio Carlos Saúl Menen quiso asegurar que fue un accidente, ya que la aeronave se enredó en cables de media tensión que cruzaban la ruta.