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María Creuza: "Argentina es mi segundo hogar"
Sábado, 07 Diciembre 2024 22:39

María Creuza: "Argentina es mi segundo hogar"

La reconocida cantante internacional, icono de la música y una de las mejores voces de Brasil de toda la historia, realizó un profundo recorrido por su vida en íntimamente con Alejandra Rubio. Habló de su carrera artística, su infancia, sus proyectos y como adoptó nuestro país como propio: “Amo Argentina, cuando vine a este país por primera vez tenía solo 20 años e hicimos el éxito de La Fusa  junto a Vinicius de Moraes y Toquinho. El público me abrazo desde el primer día y lo sigue haciendo hoy 60 años después. Vine tanto a Argentina, que no solo me enamoré de este país y su gente, sino de un argentino. Mi espeso es músico, lo conocí acá y hace 42 años que estamos juntos. Vivo un poco en Brasil y otro poco acá. En Argentina estoy llena de proyectos. Estoy escribiendo mis memorias, voy a hacer una película como actriz, tengo ganas de grabar un disco de tango y otro con autores de acá, como: Fito Páez, Alejandro Lerner o Paz Martínez. Además estoy muy feliz porque este jueves 19 de diciembre me reencontraré con mi público en “Café la Humedad, ese emblemático lugar de Buenos Aires en la Calle Carlos Calvo 2540.” Aseguró la icónica cantante de Bossa Nova, que en su impresionante trayectoria incluye más de una veintena de discos solistas y viajes por todo el planeta llevando su música.

María en plena juventud, se transformó en la preferida de uno de los creadores de LA BOSSA NOVA, Vinicius de Moraes, con quien además grabó un notable disco en La Fusa, junto a Toquinho como parte de ese gran trío que brilló a principio de los años ’70 y ama hoy reencontrarse con el público de una forma tan intimista como aquella: “Este año realicé gira por diferentes lugares, pero terminar el año en ‘Café la Humedad’ el próximo jueves 19 de diciembre, me llena de emoción. Por hacer este show, pasaré las fiestas en Argentina. Pese a que en Río es una fiesta fin de año, mis hijos van a venir a pasarlo conmigo acá. Es una emoción fuerte, se siente la expectativa. Yo no quiero perder la alegría de estar en el escenario, por eso acepté. Esta gira me está dando muchísimas alegrías, el público que me abraza y ahí me doy cuenta que la música es magia y es mágica. En ese momento te olvidas de cualquier cosa que te esté preocupando y te concentras en la emoción de los temas. Soy una cantante con muchísima suerte porque tuve la alegría de ser invitada por un maestro, compositor, poeta inolvidable que dejó ese legado extraordinario para que yo esté cantando y trata de conservar esa emoción. No me canso nunca de cantar, las letras y las melodías de Vinicius de Moraes y sus coautores, por eso decidí hacer recitales homenaje de bossa nova.”

 
“Casi se puede decir que vivo en Argentina. Acá tengo casa, aunque también tengo casa en Barra de Tijuca, cerca de la playa. Acá vengo seguido, me acostumbré a pasear por aquí, frente a los teatros. A la tardecita me pongo a escribir mis memorias y a la noche salgo a restaurantes. Me gusta mucho el asado argentino. Fui una madre muy joven. Los tres hijos que tengo son de mi primer matrimonio brasileño, con Antônio Carlos (el creador de você abusou).  Mi hija menor vive en San Pablo, ella está en Río de Janeiro, y el mayor reside en Nueva York, es un artista plástico reconocido. El único tatuaje que tengo en el cuerpo me lo hizo él, es de mi nieta cuando era bebé, ahora ya tiene veintiséis años. Ninguno se dedicó al canto aunque tienen hermosas voces. Dicen que al ver mi carrera y tantos viajes, decidieron seguir su camino por otro lado. A fines de los '70 conocí a mi actual marido y no nos separamos más. A él lo conocí en Mar del Plata, en el Hotel provincial, cuando lo contrataron como pianista, para un recital mío. Luego nos empezamos a frecuentar. Y se transformó en el director musical de mis espectáculos. Ya llevamos 42 años juntos. Primero me enamoré de la Argentina y después de un argentino. Me conquistó su forma de trabajar. Como corregía el espectáculo y como me cuidaba como artista. Un músico de Córdoba, de Villa María. No puedo decir cuál es la fórmula para estar tantos años juntos, pero si que la música nos unió. Y eso es mágico." Reveló la cantante que hoy vive en Argentina junto a su marido argentino, el pianista Víctor Díaz Vélez.
 
 
Maria Creuza Silva Lima es su nombre completo. Nació el 26 de febrero de 1944 y así cuenta su propia historia: “Nací en Bahía, en una ciudad llamada ‘Esplanada’, un municipio de menos de 30.000 habitantes en la actualidad. Muchos creen que Creuza es mi apellido, pero en realidad es mi segundo nombre. María es un nombre bendecido y me gusta mucho que me llamen así. Creuza lo eligió mi padre, por venía mucho de su historia, de sus ancestros de Turquía, de Grecia… y significa la predilecta. Ya con mis nombres creo que marcaron mi camino. Mis padres se separaron cuando yo era muy niña, porque mi padre era muy mujeriego. Yo me quedé con mi mamá pero tuve igual una excelente relación con mi padre. A los dos años de edad me mudé con mi madre a la capital de Salvador (Bahía). Papá tenía mucho dinero, tenía una hacienda y amaba en mis vacaciones pasar tiempo con él y andar a caballo.  Mamá era costurera y se asoció con una amiga de Portugal e hicieron en un atelier. Era muy conocida y talentosa, tenía mucha clientela. Mi mamá una gran luchadora, imagínate en aquella época luchar sola conmigo… Mi papá quería que yo me quedara en el pueblo, pero mi mamá me llevó con ella y lucho para que saliéramos adelante. Fue triste, pero al principio yo era como una moneda de cambio. Con el paso del tiempo, mi mamá se casó por segunda vez y tengo una hermana de ese segundo matrimonio de mamá.”
 
Siguiendo cronológicamente con su relato, la artista aseguró: “En mi casa se hacían muchas reuniones y yo disfrutaba mucho escuchando cantar. Mi madre cantaba muy bien y yo estaba feliz de poder estar. Años después yo me di cuenta que yo heredé ese talento de mi madre. Ella fue mi primera inspiración. No era una cantante profesional, sino un ama de casa y costurera maravillosa que me incentivó para que siguiera esta carrera. De muy niña me gusto cantar, en el colegio estaba en el coro y éramos las preferidas con mis amigas por la forma de cantar.  Mi primer acercamiento al mundo del espectáculo fue a los 15 años, fui tapa de una revista por el deslumbrante vestido que me había hecho mi mamá para una fiesta. Uno de mis tíos portugueses volvió de la Segunda Guerra Mundial en 1944 y guardó un paracaídas como recuerdo. Mi tío se lo regalo a mi mamá, porque era su hermana preferida y mi mamá se inspiró y utilizó su tela para hacerme un vestido. Fui a la fiesta y cuando me vieron con ese vestido enseguida me dijeron de posar. Yo tenía solo 15 años, lucí para un fotógrafo y salí en tapa de una revista. Fue allí cuando empezó mi figura pública. En mi adolescencia cantaba canciones en portugués y en inglés y junto con mis amigas de colegio formamos el grupo ‘Les Girls’. A pesar que amo la música, mi sueño era ser actriz y estaba estudiando para eso. Yo trabajaba para ser actriz en el teatro Vila Velha de Salvador, y mis esfuerzos estaban puestos ahí. Después se dieron vuelta los caminos. Un amigo, sin decirme, me anotó en un concurso de canto. Cuando me dijo, no me quedo otra que ir. Fui y gané. El premio consistió en un conducir un programa de televisión. Yo cantaba y entrevistaba a músicos invitados; además, entonaba para jingles, con tan sólo 17 años. Realicé ese programa por 4 años ‘Encuentro con María Creuza’, se llamó.” Relato Creuza.    
                                                                                                                                                                                 
“Los concursos y festivales estaban muy de moda en ese momento. Fui a presentarme a un festival muy importante y ahí me vio Vinicius y le gustó muchísimo mi vos. Dijo que era lo que estaba buscando. Consiguió mi teléfono y me llamó. Yo no podía creerlo. Pensé que era una broma, no podía ser el mismísimo Vinicius llamándome a mí. Como mi ídolo, una maravilla de compositor, poeta, escritor… me estaba llamando a mí. Me invitó a tomar un café, ahí me hizo la propuesta de cantar, y cambió mi vida para siempre. Era un privilegio, desde el comienzo, porque yo era fanática y cantaba sus temas y nunca me pasó por la cabeza cuando yo vivía en Bahía que un día estaría conociéndolo de cerca, inclusive tra- bajando con él. Vinicius era un ser generoso y lo demostraba con los amigos. Era un tipo muy sufrido en el amor (tuvo nueve esposas). Era una paradoja la vida de Vinicius, un tipo que hablaba de amor como habló, con sus poesías, y al mismo tiempo sufría por determinadas situaciones que él no podía controlar. Era mujeriego, pero sufría mucho las separaciones. Tuvo nueve esposas y de casi todas fui y soy muy amiga. Al principio me celaban, después veían que no tenían por qué estar celosas de mí. Vinicius siempre me respeto, yo cuando lo conocí estaba de novio. Luego formé mi familia. Yo era su confidente, su oído. Era un placer escucharlo. Imagínate que Vinicios fue padrino de mi hija. Pasábamos noches hablando en el hotel. Cuando se separó de Cristina, que sí era muy celosa, la pasó mal. ¡Me pidió esconderse en mi casa porque los periodistas lo acosaban porque ella estaba embarazada! Se metía en la bañera y jugaba con los dedos en el agua. Con mi marido le conseguimos una tabla para que él pudiera escribir desde allí sus letras en una máquina Olivetti. Me sentaba en el inodoro y lo escuchaba, me contaba sus tristezas. Y entendí eso que escribió: ‘Tristeza no tiene fin, felicidad, sí’ Mi madre falleció en 1979, al año siguiente falleció mi padre y también Vinicius, fue muy duro y triste todo Cuatro días antes de que partiera, me llamó Gilda por teléfono (su última esposa)  para comentarme que con Vinicius irían a una presentación que teníamos con Toquinho en Flamengo. Él ya estaba flaco, escuálido, y se tomó un tiempo para ir a vernos. Ya tenía el hígado destruido. Cuando terminó el show, mi hija me avisó que estaba su padrino. Luego del concierto, se apagaron las luces y en medio de la oscuridad ingresaron él y Gilda. ‘Yo quiero bailar el vals de los 15 años con vos’, le dijo a mi hija, que aún tenía tan sólo siete. A solo cuatro días partió. Fui directo al cementerio. No quería verlo sin vida. Lloro todos los días cuando es la fecha de conmemoración. Un día nos reunimos todas sus mujeres, que aun vivían, y yo para celebrar el día que él había nacido. Imagínate la hermosa relación que tengo con ellas.” Recalcó la artista.  
 
Recordando su paso por “La Fusa” María recordó: “Venía del mundo de los festivales, cantando ante miles de personas. "Eso me acostumbró a aguantar ese peso de una sala enorme. Pero de pronto me encontré con un café concert donde yo sentía la respiración de la gente que estaba adelante. Era muy fuerte. Yo pensaba que por eso era tan importante para mí, que tenía que cantar lo mejor que yo pudiera porque estaba muy expuesta. Cualquier error se sentía. Era solamente mi voz, mi afinación y los temas bien tocados. Fue un verdadero éxito junto a Vinicius y Toquinho, en una atmósfera completamente distinta a la que estaba acostumbrada. Una época maravillosa. Tal fue el éxito que grabamos un disco en vivo, que hasta hoy es un emblema de la Bossa Nova. Me cambió la vida, porque inclusive me definió como cantante. Yo venía de Bahía, cantando cosas de mucha influencia brasileña, africana, por ejemplo. Hoy yo me considero una embajadora, digamos así, representando una época linda e importante, la de Vinicius de Morales y sus coautores. En ‘Café la Humedad’ es como volver a aquellos tiempos, esa intimidad, el tener al público can cerca, el poder disfrutarnos mutuamente. Estoy muy entusiasmada, espero con ansias el 19 de diciembre. Tengo un repertorio de lujo, que lo recibí de una leyenda de la música como fue 'Vini', con su legado extraordinario. Eso sí siento. Es una alegría para mí volver a los lugares que quiero y reencontrarme con el público. Sentir que la gente no se olvida de mí y me lo demuestra día a día,eso es lo mejor. “Recalcó Creuza.
 
Si de bossa nova se trata, sin dudas María Creuza es la "matriarca" de ese estilo musical brasileño tan popular que supo conquistar el mundo entero. Con su particular voz, la bahiana, en plena juventud, se transformó en la preferida de uno de los creadores del género, Vinicus de Moraes, y se convirtió en un icono de la música brasilera. Con su voz intacta y su eterna humildad a pesar de su grandeza, la artista aseguró: “Yo no me siento diferente al resto. Lo único que me diferencia es el don de voz que Dios me dio y soy una agradecida por eso, por poder cantar y por poder seguir cantando con mis 80 años. Que el público me siga eligiendo y brindando su cariño. No me siento leyenda en ningún momento, por más que me lo dicen. Al contrario. Soy un ser humano que está teniendo una alegría especial por estar viviendo su vida con cariño y reconocimiento por lo que hago. Me siento una privilegiada por eso. Pero siempre tuve los pies sobre la tierra.”