Leo García: "Decido no ser padre"
Martes, 16 Junio 2020 17:10

Leo García: "Decido no ser padre"

Cantante, músico argentino de Rock, Pop y música electrónica. Uno de los artistas más versátiles de nuestra música.

En su búsqueda constante de felicidad, Leo García, descartó totalmente ser padre y aseguró: "No vine a este mundo a traer, sino a ser".
Comenzó su carrera, a los 13 años, cantando folcklore en penas jujeñas. Sus influencias musicales fueron: Gardel, Los Beatles, Charly García, Serú Girán, Nino Bravo y Leonardo Favio… Nunca se encasillo con escuchar un solo género musical y de tantos renaceres musicales, se ganó el título de El Ave Fenix del Pop.
"Represento la cultura pop y la cultura pop es actualidad. La actualidad es algo que hoy se torna riesgoso para los artistas, porque puede pasar y por ahí en cinco años ya nadie habla de YouTube, de WhatsApp, de Fotolog o de emails. Tomás un riesgo y está buenísimo. Entendí que para poder ser eternamente pop tengo que ser eternamente actual. Voy a ir mutando. Entendiendo y aceptando, porque lo que era el pop cuando salí con Morrissey era otra cosa. Hoy tiene que tener toques de reggaeton, la cumbia hoy es pop, le guste o no a quien sea” Aseguró el músico.
Así, como en la música, el cantante de la ceja partida, también es en la religión. Desde siempre, vive en constante búsqueda espiritual: "Yo empecé cantando en la Iglesia Católica, después me hice mormón, por mi hermano que se había unido a la religión. Una vez tocaron la puerta unos mormones, entraron a casa y empezaron a leer su biblia y nos enganchamos enseguida. Éramos unos niños. Después estuve en unos retiros espirituales muy copados de Ariadna Munté, que me hizo muy bien. Y después, lo que mejor me hizo, fue estudiar la Kabbalah, que es la religión judía. Buscaba éxito, ja, ja. Quería ser Madonna, por eso me metí en la religión. Pero en medio de esa ambición aprendí mucho. Hay algo dentro de uno que no tiene que ver con el intelecto que uno fue acumulando, sino que hay un espíritu que te impulsa, el corazón te lleva. Eso me calmó bastante. Estuve cuatro años, pero dejé porque había algo que me incomodaba, pero que hoy, a la distancia, puedo decir que me hizo muy bien. Es una religión que exige mucho, tenía que estar todos los sábados a la mañana, no dormir un día entero y cosas así. Pero me quedó muy claro el mensaje".
Leo García ha escrito su propio capítulo en la historia del rock y el pop local, con un hiperhit como fue su "Morrissey", su historia musical está muy emparentada con Soda Stereo. El propio Gustavo Cerati fue su padrino artístico y consejero: Viví muchos años sin darme cuenta de todas las cosas que había logrado. Pero ahora estoy más relajado con eso. Tengo estados de ánimo, pero hoy los sé controlar. Pase por muchas cosas, soy muy especial, confió que no se acaba la vida después de la muerte. Aunque podemos tener varios renaceres en este mismo camino. Yo ya tuve varios. Antes era de idolatrar y Gustavo ( Cerati) un día me dijo:’ Se tu propio altar ‘y lo aprendí. Aprendí a quererme, a cuidarme, a intentar ser feliz.
Además de su cambio constante espiritual, también en los últimos años, tuvo un notorio cambio estético:”Desde muy chico busqué afecto, pero yo mismo no me aceptaba. Muchos pensaron que mi cambio fue solo algo frívolo, para mí no fue así. Más allá del retoque en la nariz, siempre supe que iba a cambiar mi cuerpo. Solucioné un complejo muy grande que tenía de niño. Tenía ”tetitas”. Era tal el complejo que no quería ir a la playa, a la pileta, sacarme la remera… Cuando me arreglaron el pecho, cuando vi en el espejo el pecho masculino que quise tener toda mi vida, te juro que lloré. Era lo que había deseado toda mi vida. Poder andar en cuero sin que nadie se ría de mí… Sufrí mucho bullyng de chico y adolescente, lloré mucho. Yo mismo no me aceptaba. Complejos que no te dejan ser completamente feliz. Termine con un dolor que arrastraba desde mi infancia.
Refiriendose a una posible paternidad Leo aseguró: Nunca fue mi necesidad, aunque lo pensé, cuando una amiga me ofreció tener un hijo juntos. Fue un alago para mí, pero me dí cuenta que no vine a este mundo a traer. Sino a ser, a poder dar, aportar.
Se que la vida no me va a alcanzar para cambiar el mundo, pero eso no me impide poner mi granito de arena desde mi lugar.
La charla completa, aquí en Intimamente con Alejandra Rubio.