Paula y Rubén protagonizan una historia gaucha de amor que va más allá de ellos dos: Folklore y hospitalidad en Roque Pérez
Sábado, 24 Octubre 2020 09:15

Paula y Rubén protagonizan una historia gaucha de amor que va más allá de ellos dos: Folklore y hospitalidad en Roque Pérez

Comenzó a acompañar a éste en todos los oficios rurales, de a caballo, y de él aprendió a pialar, alambrar, vacunar, ordeñar y también capar. Tanto, que hoy no necesita de la ayuda masculina para ningún oficio rural. Pero además se enamoraron y se “acollaró” con Pocho. Pasaron muchos años juntos, sin tener hijos. Comenzaron  a hacerse su propia casita en Roque Pérez, porque Paula ya se daba maña para colocar pisos y levantar paredes.

De pronto, en 2014, se les vino encima la gran inundación del río Salado. Los padrinos de Paula eran muy viejitos y no querían dejar su casa. Como Pocho y Paula eran baqueanos salieron a salvar gente. Les llegaban con unas galletas arriba de los caballos que “no hacían pie” y manoteaban a los terneros de la cola y los cargaban en el recado.

En 2015 el agua les llegó a las ventanas, y Pocho, Paula y sus padrinos tuvieron que irse a la casa de Roque Pérez, ya casi terminada. Pero al poco tiempo le hallaron a Pocho un tumor en el cerebro. Lo operaron. Comenzó a perder la memoria y poco a poco se apagó el amor de pareja, pero el amor de amistad siguió intacto, porque Pocho era un gaucho fuera de serie, muy querido en todo el pago.