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El futbolista Nicholas Brain conversó con Jorge Pizarro sobre su recorrido acá en Argentina, en el que no pudo desarrollarse como futbolista profesional debido a diferentes lesiones, y cómo fue que se mudó a Finlandia y hoy juega allí.
Maxi Marangos conversó con Jorge Pizarro sobre cómo fue cerrando sus restaurantes paulatinamente en Argentina, y cuenta que no le iba mal económicamente en el país pero expresó: “Me saturó el sistema, me saturaron las inspecciones arbitrarias, me saturó la violencia con la que tratan al emprendedor, al comerciante”. También contó el momento en el que habló con su familia, “después de 19 años ininterrumpidos en Las Cañitas trabajando arduamente la agarré a mi mujer y le dije, nos vamos”.
Lucas Cesio, quien hoy tiene 18 años, conversó con Jorge Pizarro sobre su conmovedora historia de vida, en la que tuvo que vivir en un hospital, en una plaza, y en un auto que les prestó un vecino varios años junto a su familia, y a pesar de eso pudo terminar sus estudios. “Las circunstancias nos demuestran que el que quiere puede, el que realmente se esfuerza por sus logros puede”, expresó Lucas.

El fotorreportero Juan Marcelo Baiardi conversó con Jorge Pizarro sobre el proyecto "Una Persona + un Barbijo + una Palabra" que desarrolló durante la pandemia a raíz de la necesidad de comunicarnos en medio del difícil momento que atravesamos. "Empezamos a comunicarnos fotográficamente de lo que siente cada uno, y de esa manera crear puentes para que las personas se sientan acompañadas. Se unieron mas de 600 palabras y miradas", expresó. 

La ex vicegobernadora y ex rectora de la UNCo, Ana Pechen, conversó con jorge Pizarro sobre su nueva vida produciendo lavandas en una chacra de Senillosa. Se dedica a destilar aceites esenciales e hidrolatos y a la agroecología. “De la política tengo los mejores recuerdos. Sigo siendo activa, sigo siendo militante”, expresó.

El jóven recien recibido de Ingeniero Electromecánico, Joel Sánchez, conversó con jorge Pizarro sobre las difíciles situaciones que tuvieron que atravesar junto a su familia para poder subsistir luego de que, al tener él 13 años, falleciera su padre. Cosechó uvas y otras frutas para poder pagarse los estudios, y hoy finalmente se recibió de ingeniero. “Hasta los 18 años pagamos todo con la cosecha más la ayuda de mi mamá. A los 18 entré a una empresa y esa empresa me permitió seguir estudiando”, expresó.