Dicen que tienen listos los carteles de Alberto 2023 para empapelar los alrededores del Congreso el día de Apertura de Sesiones y que el presidente prepara su último discurso del mandato en esta ocasión, enumerando los logros de su gestión. Sí, los logros. La sensación inmediata es que este hombre sigue en la Antártida. Pregúntenle a cualquier argentino, qué logró en la gestión de Alberto Fernandez. En el congreso el presidente debería pedir disculpas antes que intentar mostrar logros que nadie ve. Y reconocer que el cuento de la reelección es un bastón para sostenerse con algo de iniciativa un poco más de tiempo. Es gracioso que ahora se jacten de desobedecerle a Cristina. Se pelean sobre las ruinas que dejan.
Desde que comenzó este gobierno afirmamos una y otra vez que su objetivo principal era la impunidad de Cristina Kirchner. Y ella no se dedicó a otra cosa. La consumió su embestida al poder judicial que avanza en forma tragicómica en un proceso viciado de toda nulidad y sin chance de concretarse como es el juicio a la Corte Suprema en el Congreso. Pero generando un daño institucional enorme. Tal vez sea la primera vez desde el regreso de la democracia que falte un poder de la república en el inicio del año legislativo.
Pero hay otra impunidad que no tiene que ver con sus causas por corrupción y que hace inseparable a este matrimonio político divorciado a los 5 minutos de obtener el poder. La impunidad de no hacerse cargo del desastre que hicieron en su gobierno.
Los dos, hasta último momento, intentan darle a fondo a esa máquina gastada del relato con la que antes la gilada les creía automáticamente que las culpas eran de otro. Y ni se dan cuenta que el relato que quieren vender para no hacerse cargo, no sólo dejó de sonar creíble, sino que está pasando del ridículo a la tomadura de pelo. Y cuando te tomam el pelo muchas veces ya no te reís. Así está la ciudadanía.
En estas horas van a anunciar como un logro un acuerdo con el Fondo Monetario que permitirá cambiar las metas de acumulación de reservas. La noticia es que no se alcanzó la meta. Como no se alcanzó la baja de la inflación. No hay ninguna buena noticia. EL Fondo les tira una línea de vida hasta que llegue el próximo gobierno. Las líneas de vida, ya se sabe, son supervivencia. Pero a un país condenado a la supervivencia por ineptos y corruptos, ni siquiera le aportan la ejemplaridad de acompañarlo en sus penurias.
Hoy se supo que la mayoría de las legislaturas del país subirá sus presupuestos por encima de la inflación. En 15 provincias aprobaron aumentos de más del 100%. ¡En Chubut llega a 203%! ¿A cuántos argentinos les subieron los ingresos a la par de la inflación? Si es difícil encontrar esos casos imaginemos a cuántos les subieron los ingresos más que la inflación. Si desde el gobierno no lograron mitigar los padecimientos de la población, al menos compartan un poco ese destino. Todos ustedes señores tienen la suerte de que todos nosotros les pagamos y obtienen al menos un mandato completo de estabilidad en sus ingresos. ¿Podrían tener la decencia de mínimamente cuidar ese esfuerzo?
Cuando vuelvan a pedir confianza con el voto, amigos, quédense con el que ofrezca austeridad.
Este fin de semana vimos a Fabiola Yañez gastando recursos del estado en un viaje a España con motivo de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo de Madrid, Arco. Este tipo de actividad suele ser la que recae en una primera dama. Pero la cuestión es otra. ¿Esta gente cree que una señora que defraudó moralmente al país haciendo una fiesta en Olivos mientras el resto estaba encerrado en la pandemia puede representar a los argentinos? ¿No se dan cuenta de que lo que pagaron en el juzgado no cubre el costo de la indecencia ni la falta de humanidad?
Y en todo lo que no se dan cuenta, que es un escándalo o no les importa, se repite la misma desaprensión y el mismo desprecio. Eso también es impunidad.
La impunidad de no hacerse cargo, la impunidad de insultarnos una y otra vez, y la impunidad por la que volvieron al poder. No hay una palabra que defina mejor a este gobierno. Un gobierno de impunes.