A casi treinta años del atentado a la AMIA el histórico fallo de Casación que señala a Irán como Estado terrorista por planear y ejecutar el atentado restablece la noción de justicia, tantos años suplantada por el triunfo de la impunidad.
El impacto resuena en las causas conexas: en la fiscalía donde se investiga la muerte de Alberto Nisman como un magnicidio, consideran que se trata de un “fallo nuclear”; no sólo porque pone en orden todo lo que pasó sino porque deja establecida una línea de continuidad de distintos encubrimientos: el del atentado, el que implicaba el memorándum con Irán y por qué mataron al fiscal que investigaba el ataque a la AMIA.
El doctor Mahiques, uno de los camaristas que lo firmó, lo dijo de manera más sencilla pero no menos trascendente: “el fiscal tenía muy claro el origen del Atentado”, y de estar vivo “habría llegado antes a las conclusiones a las que llegó la Cámara” porque continuó e intensificó la línea de investigación que señalaba a Irán y Hezbollah”
La conclusión aparece sola: mataron a Nisman para evitar que llegara a la verdad detrás del pacto con Irán, que era encubrir a los autores del atentado a la AMIA.
Sobre los efectos del memorándum firmado por Cristina Kirchner, los investigadores recalcan que ni siquiera hacía falta que cayeran las alertas rojas porque en ellas aparecía un banner donde decía que cuando dos estados están negociando no se puede proceder con detenciones. “Fueron por todo el mundo y no los detuvo nadie”, explica una alta fuente de la investigación para la que ahora es imprescindible que se avance en el juicio por el Memorandum con Irán, un pacto que según la pesquisa trajo el entonces canciller Timmerman de su reunión secreta en Aleppo, y le pidió a su secretario que imprimiera en cancillería, pero que se redactó afuera del país, en lo que constituye una entrega de soberanía, para arrancar de Argentina la investigación por el mayor atentado sufrido por nuestro país, en el país de los acusados. No en vano este fue uno de los motivos por el cual la Corte lo declara finalmente inconstitucional.
Siguen siendo un misterio, las oscuras razones por las cuales Cristina Kirchner firmó el Memorandum con Irán, pero no lo son sus esfuerzos para evitar como sea que la denuncia de Nisman sobre el acuerdo con los iraníes, llegara a juicio. Es importante remarcar que hablamos de una presidente de la nación negociando con el país acusado del ataque terrorista. Y la prenda de la negociación son los muertos de AMIA.
AMIA-Memorandum-Muerte de Nisman: son los tres hitos de la línea de encubrimiento que sustentó la impunidad.
El fallo de la Cámara de Casación firmado por los jueces Diego Barroetaveña, Carlos Mahiques y Angela Ledesma, es histórico por muchas razones. Treinta años son demasiados años de ausencia de justicia y era insoportable la consagración de la impunidad que eso significaba. Pero, además, considera que “se cumplen todos los requisitos objetivos y subjetivos exigidos por el Estatuto de Roma para categorizar al atentado a la sede de la A.M.I.A.-D.A.I.A. como un crimen de lesa humanidad”, por lo tanto, imprescriptibles en el tiempo, por lo que puebla al futuro con el imperio de la justicia, tarde o temprano.
El tribunal también insta a la descalificación y digitalización de los archivos de la ex SIDE y la creación de una agencia antiterrorista. A estas horas, esa carencia tiene eco inmediato, en la decisión del gobierno de elevar el nivel de alerta antiterrorista tras el fallo y por los reportes de inteligencia que dan cuenta de un inminente ataque iraní en objetivos israelíes o norteamericanos.
Por su parte, luego del fallo, la fiscalía del doctor Eduardo Taiano, ansía poder avanzar más fuertemente con la investigación del crimen del fiscal Nisman, y que este gobierno le responda los oficios que la administración kirchnerista le negaba y que ya fueron enviados.
Dice textual el fallo de Casación: “El atentado de 1994 en Buenos Aires fue organizado, planificado, financiado y ejecutado bajo la dirección de las autoridades del Estado Islámico de Irán, en el marco de la Jihad Islámica, y con la intervención principal de la organización política y militar Hezbollah.” “El terror como estrategia de poder no solo incluyó el terrorismo de Estado sino también al desplegado contra el propio Estado, sus organizaciones o la entera comunidad.”
Para los jueces existe en este sentido un plan sistematico implementado por el estado inegrista que asignaba protección diplomática, facilitaba documentación y aseguraba el transporte de equipos y material bélico a la red de inteligencia montada en los países infiltrados.
En ese escenario, la selección de nuestro país como objetivo no resultó azarosa puesto que, conforme fue explicado por la U.F.I.-A.M.I.A. en sus reportes, y la prueba reunida en la causa, la motivación de ese atentado (no la única), y la del cometido dos años antes contra la sede de la embajada de Israel se originó principalmente en la decisión unilateral del gobierno argentino de rescindir tres contratos de provisión de material y tecnología nuclear acordados con la República Islámica de Irán.
La réplica final del Estado Iraní frente al incumplimiento argentino fue, en última instancia y en esta ocasión, el empleo de una metodología basada en la ejecución de actos de terrorismo a cargo de Hezbollah.
Por las 85 víctimas de AMIA y la víctima número 86, el fiscal Alberto Nisman, que sea justicia.
