Lunes, 12 Junio 2023 16:24

50 vs 1

Puede ser un acertijo. El 50 parece mucho más que 1. ¿Pero con cuál gana la democracia?

50 boletas en el cuarto oscuro de Tucumán.

1 boleta sin cuarto oscuro en Mendoza.

Tucumán volvió a coronarse como la Capital del Peronismo en la Argentina, con el arrasador triunfo de Osvaldo Jaldo, que vuelve a poner en la escena nacional la proyección de Juan Manzur. Pero no sólo se habló del resultado de esas elecciones, sino del panal de boletas que confundían a los votantes con más de 18 mil candidatos para generar “acoplados” a los candidatos. Un sistema que tiende a favorecer al candidato más fuerte o sea al oficialismo y por tanto a inclinar la cancha. ¿Cuánto afecta ese sistema sobrino de la ley de lemas la institucionalidad de una elección?

Mendoza, en cambio, estrenó un sistema de Boleta Única que favorece la equidad, garantiza que nadie saque boletas porque todos están en la misma, se ahorra gasto electoral ya que se imprime una sola boleta según la cantidad de electores, es mucho más rápido, y complica el fraude porque van todos los candidatos de la mano en la misma papeleta.

Pero atención, Mendoza atravesó una elección inédita no sólo por eso sino también porque tuvo una competencia entre tres espacios, no exactamente los famosos tres tercios, pero sí tres porciones en pugna con chances. Lo primero para decir es que, al frente ganador, Cambia Mendoza, lo favoreció la interna competitiva para llegar al 44% de los votos.

La otra lectura es que, entre los tres espacios, el peronismo quedó tercero: ese es el gran temor del peronismo a nivel nacional ya que en la gran encuesta que es la PASO termina quedando claro quiénes pueden ser los contendientes con más posibilidades y encausan al voto útil.

Volviendo a Tucuman, la baja performance de Ricardo Bussi, de Fuerza Republicana, aliado a Javier Milei, y que consiguió apenas el 4% de los votos, vuelve a dejar interrogantes sobre el fenómeno de la Libertad Avanza, que aparece como un personalismo fuerte en la figura de su líder pero que no contagia la adhesión en sus eventuales aliados. Algo similar le pasó a Milei en La Rioja. El candidato Martin Menem no alcanzó las expectativas esperadas. ¿Milei se desinfla camino a la presidencial con estas flacas elecciones provinciales? Dependerá también de que las otras coaliciones dejen de aportar a su propia demolición.

Estamos en una semana muy interesante a nivel político. Este miércoles, el mismo día en que se conoce la inflación, se cierran las alianzas. Se caerá el experimento de Juan Schiaretti en Juntos por el Cambio. Y todo indica que el Frente Renovador seguirá en el Frente de Todos más allá de los amagues de Massa. Falta saber si el Frente de Todos se seguirá llamando así, si habrá interna, y a qué candidato respaldará Cristina.

El caso de Cristina es curioso. Ella no es candidata porque no le alcanzaría para ganar y tampoco quiere enfrentar lo que puede ser la peor derrota histórica del peronismo. Pero tampoco quiere ser la ideóloga visible de un candidato que corra esa suerte. ¿Será que ahora piensa que una PASO puede diluir su responsabilidad en un eventual desastre? Sergio Massa le abrió la puerta a la interna luego de haber insistido, bajo advertencias, con un candidato único. Si finalmente hubiera interna es porque la señora no pudo evitarlo y se leería en parte como un triunfo del presidente, pero al mismo tiempo, a la vicepresidenta la cubriría de las responsabilidades. En definitiva, lo que ella debe elegir es mucho más vital: cuál resulta la mejor manera de conservar la provincia de Buenos Aires donde perdieron la última elección. Ella irá a lo más seguro en ese sentido. La moneda aún está en el aire para Axel Kicillof.

En cuando a Juntos por el Cambio hay que estar atentos a lo que pase en la Convención radical. Tal vez haya un comunicado de voluntad de ampliar la coalición, pero a esta altura será algo testimonial de un sector del radicalismo, no de todos.

¿Puede romperse Juntos por el Cambio? Lo más seguro es que eso no ocurra, aunque hay algo que sí quedó claro: Horacio Rodriguez Larreta pescará en la pecera de votos de centro y de peronistas desencantados. De cómo le salga esa búsqueda cruzada de votos desde un espacio donde genera más pasión la línea Bullrich dependerá su éxito o su fracaso. Y Córdoba será la piedra de toque. Hoy hay dos capitales de la coalición opositora. Una es la Ciudad de Buenos Aires y la otra es Córdoba.

Lo que sigue al cierre de alianzas es el cierre de listas y ahí, quienes siguen siendo candidatos a presidente de los que están anotados, y quiénes se bajan. La jugada siguiente es la de los candidatos a vicepresidente. A fines de esta semana o a comienzos de la próxima comenzarán a revelarse esos nombres. ¿Un radical para Bullrich y un radical para Larreta? Algunos seguían pujando para que el vice de Horacio fuera Juan Schiaretti por los votos que arrastra en Córdoba, pero quedaron demasiados magullones y la alianza de Horacio con el radicalismo quedaría ante una flagrante contradicción, si es que eso importa.  

En el camino se debería conocer la decisión de la Corte sobre Formosa y si llegará sin sobresaltos judiciales la candidatura porteña de Jorge Macri.

Cuando concluya el trajinado cierre de listas ya habrá llegado el invierno, que en la economía, llegó hace rato, a pesar de las benévolas temperaturas.

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