Qué enorme es el estado y qué pobres los argentinos. Perdón pero algo no está bien si con toda esta inversión estatal sólo hay más pobreza, más personas que dependen del estado, y más trabajadores a los que no les alcanza. Este discurso fue una confesión.
El presidente dedicó tres líneas a la inflación y se le pasó que va a llegar a 100% interanual y que el salario promedio en Argentina no alcanza a la canasta básica. Pero como dice él, el problema debemos ser los periodistas. Si la gente estuviera bien, presidente, y no padeciendo como padece, seguramente no le importaría lo que digamos nosotros y no estaría enojada con usted. Pero no lo escuché haciendo una autocrítica para el cerca de 90% que según la mayoría de las encuestas ya no confía en su gobierno.
El presidente dijo que deja cimientos para construir un país mejor, pero no ve que está parado sobre ruinas.
Usó la apertura de sesiones para escrachar a la Corte Suprema. De los mismos que aplaudieron el default del pais llegan los que aplauden el deafult de la república con el ataque a la división de poderes en la casa dela democracia.
Dice que no existe el espionaje pero hizo una cadena nacional usando una operación de inteligencia.
El verdadero Alberto Fernandez no es el que encubrió en su supuesta moderación su ineficiencia. El verdadero Alberto Fernandez es el que se hizo el barrabrava para atacar a la Justicia sumándose al apriete de su vicepresidenta condenada por corrupción.
La risa del presidente ejecutando un acto de patoterismo institucional es lo verdaderamente grave. Dice que no hay ataque a la justicia mientras la ataca y cuando se arroga intervención en la justicia cosa que le está prohibida por la Constitución. El presidente no puede meterse en cuestiones judiciales. Se lo prohíbe la Constitucion.
Pero la bravata es la de un hombre que entró sin el apoyo de su propio espacio. El gritoneo del presidente es el ruido para tapar su propia interna. El gritoneo del presidente es el ruido para tapar el silencio en el que ingresó y los lamentos de un país que padece.
Es la última farsa de un presidente que llegó solo, tras vidrios polarizados y con una catástrofe social de la que no se hace cargo.
Fue muy lindo discurso, lástima la realidad. Si la tiene y la tuvo tan clara, por qué no lo hizo en estos tres años. En ningún país de la región donde pegó la misma pandemia y la misma guerra el desastre económico iguala al de Argentina. El laberinto lo hizo usted y quiere borrarlo con bravuconadas. Perdió su última Apertura de Sesiones en patotear a la justicia y a la prensa cuando debió haber pedido disculpas.
La única verdad es la realidad Presidente y de esa ud no sabe y no contesta. Ojala la mayoría pudiera vivir en el país que vive ud.
